Sólo basto una firma para hacer valer la igualdad de sueldos entre los hombres y las mujeres, ya que la promulgación de la ley número 20.348 será la encargada de resguardar este derecho.
Es increíble pero cierto, que después de muchos años se reconociera la labor por igual de las chilenas, siendo que esta petición se debió respetar siempre. No es un gran regalo el que nos entregan, sino que solamente tenemos lo que siempre debimos merecer.
Por ahora nos queda seguir luchando por nuestra autonomía, aquella que no sólo nos permita poseer más capital económico para decidir en el mercado, por el contrario, necesitamos aquella que nos permita decidir por nuestro propio cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario